jueves, 7 de noviembre de 2013

El juego de la vida.

Después de varios días de solo pensar llegue a la conclusión que la vida es un juego de mesa. Difícil, pero un juego al fin.
Como todo juego, tiene cosas que son a tu beneficio que te ayudan a llegar a la meta, o cosas con desventajas, que son las que te alejan o te traban.
Los dados son esas oportunidades, que podes tomarlas o no, para poder avanzar por los casilleros. A veces caes en un casillero tramposo que te hace perder turnos o, incluso, retroceder.
Apenas tiras los dados, el juego empieza, y así todo lo demás. En este juego puede haber muchas piedras en el camino, que te hacen tropezar y pensar que todo esta perdido; muchas ''puertas secretas'' que te ayudan a sentir que tenes el juego ganado, pero solo por un tiempo; y, por supuesto, la continua pelea con el resto de los jugadores.
Los demás jugadores son tu competencia. Esas personas que planean exactamente el mismo camino que vos, y que piensan llegar antes a la meta para poder triunfar. En esta competencia hay tres tipos de jugadores: 1) Los que se hacen amigos tuyos solo para su beneficio. Así, cuando menos te lo esperes, avanzar y dejarte a vos atrás. 2) Los que te dejan bien en claro de que no te soportan, y van a hacer lo imposible solo para superarte. 3) Los que después de tanto competir por lo mismo se terminan dando cuenta que tienen cosas en común con vos, y que no estaría mal ser amigos y ayudarse mutuamente a llegar al final.
 Mientras vos jugas alrededor tuyo hay distintas personas, amistades, familiares, etc que te van a ayudar a seguir a delante y no decaer. Pero también van a estar esos que te van a decir que abandones el juego porque no servís para eso.
Este juego viene con un manual de instrucciones, que te da algunas ayudas para poder triunfar, como ''ser respetuoso'', ''no olvidarse nunca de la humildad', entre otras cosas. Pero claro, no todo el mundo lee las instrucciones, ni tampoco todos las respetan.
En cada etapa del juego se presenta una idea que muchas veces uno cree que es la solución. ''Volver a empezar''. Cuando crees que todo esta perdido, que ya te tocaron TRES veces seguidas el ''espera un turno'', cuando ya retrocediste 10 casilleros o cuando la piedra es demasiado grande como para esquivarla, uno piensa que una buena solución seria volver a empezar el juego, y así hacer todo bien.
En las instrucciones dice que se puede volver a empezar el juego, pero esta acción tiene sus consecuencias.
Muchas veces es muy tarde para volver a empezar. Por que? Por que los demás jugadores ya llevan ventaja? No. Simplemente porque todas las jugadas que te costaron hacer y que trajeron sus beneficios, no van a volver a suceder. O no de la misma forma. Ojo, no estoy diciendo que no este mal volver a empezar,  a veces esta bien hacerlo, pero no siempre esa es la solución.
Pero la peor consecuencia que puede traer el volver a empezar es perderlo todo. Y no hablo de las jugadas. Hablo de tu entorno. Esos familiares que te vieron como vos hacías esas jugadas y te dijeron ''no seas tonto, seguí con esto que vas a llegar lejos''. Esos amigos, que por mas veces que te hayas caído te dieron su mano para ayudarte a levantarte y poder seguir el juego. Esas personas que con un simple ''seguí así'' te ayudan a no rendirte. Todo eso, si volves a empezar, lo perdes.
La clave para ganar este juego no esta en la instrucciones, pero con las caídas, o incluso, cuando ya volviste a iniciar el juego la podes descubrir. La clave esta en no volver a empezar.
Cuando sientas que los demás jugadores ya están llegando a la meta, vos tenes que seguir. Cuando sientas que la piedra en el camino es muy grande, no la esquives, atravesala, porque si salís vivo de esa, salís mucho mas fuerte. Y siempre vas a salir vivo, porque ninguna piedra en los suficientemente grande para matarte. Cuando veas que retrocediste 20 casilleros, reíte de tu mala suerte, y seguí. Cuando alguien de tu entorno te diga que abandones el juego, vos solo decile ''solo yo puedo saber si soy o no bueno en este juego. Y este juego es lo mio''.
La clave esta en no dejarse seducir por esa idea de volver a empezar. En no abandonar. En no darse por vencido. En seguir adelante y esforzarte cada vez mas hasta superar tus expectativas. Porque con el esfuerzo, tarde o temprano, se llega finalmente al objetivo: la tan esperada meta.

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